El hombre invisible es una mina de oro. La novela homónima ha sido adaptada múltiples veces y, ahora, vuelve una vez más a los cines con una historia protagonizada por la estrella de El cuento de la criada Elisabeth Moss. La nueva película de El hombre invisible, de la productora Blumhouse, se ha decantado por actualizar el monstruo clásico, interpretado por Oliver Jackson-Cohen.
El 'reboot' sigue a Cecilia (Moss), la expareja de un exitoso científico que acaba de suicidarse. La joven puede heredar su fortuna siempre y cuando no la incapaticen mentalmente. Para fomentar que eso ocurra y evitar que se quede con la herencia de millones de dólares, su exnovio le atormentará y torturará psicológicamente, y Cecilia tendrá que luchar contra él, sin verle.
Para la actriz no fue precisamente fácil actuar en la película, fue un verdadero reto a nivel físico. En una entrevista para The Guardian, Moss ha explicado que ha sido uno de los mayores desafíos que se ha encontrado en su carrera como actriz:
"La gente se ha acostumbrado a verme en cosas con desafíos emocionales, por lo que asumen que el lado físico es el más difícil para mí. ¡Y tienen toda la razón! Pero hice la mayor cantidad de acrobacias posibles y realmente lo disfruté"