En la década de los 50, en Londres, una sencilla y agradable mujer se gana la vida al realizar servicios de limpieza. Puntual y dedicada, cumple con mucha prolijidad su trabajo. A la par, está atada hace años a la ilusión de reencontrarse con su marido, un combatiente de la guerra del que no tiene noticias hace mucho tiempo. Un día la espera termina al recibir una postal con el anuncio menos esperado. En medio de la conmoción, prosigue de igual manera con sus oficios. En una ocasión, al ingresar a una de las dependencias de la casa de su clienta, se encuentra con un hermoso vestido y queda absolutamente encantada.
La fascinación llega a tal punto de que el objeto le plantea un nuevo camino, se erige como elemento principal de un sueño, el de tener un vestido tan hermoso como aquel. Decidida a cumplir su deseo, empleará todo su esfuerzo en juntar el dinero necesario para poder viajar hasta París y comprarse ella misma una de las creaciones de una importante tienda de alta costura. La historia se desarrolla en la película La señora Harris va a París, que se podrá ver desde hoy, en las salas locales de cine. Se trata del más inédito remake basado en la novela homónima escrita por el escritor estadounidense Paul Gallico, bajo dirección de Anthony Fabian, y protagonizada por la actriz Lesley Manville, nominada al Oscar en el 2018 por su interpretación en El hilo fantasma.
PROPUESTA. Manville ofrece una performance cautivante, imprime a su personaje de sutileza, dulzura e inocencia, con un toque fino de humor, lo que atrae cierta ternura hacia la figura de la señora Harris. De igual manera, los demás personajes, bien logrados en su mayoría y con características propias que los destacan o diferencian, despiertan sentimientos en el espectador, tanto agradables como inquietantes. Con una ambientación acorde con la época, la cinta presenta una agradable fotografía, al hacer uso de una paleta de colores sobrios y presentar planos que aportan al relato. El vestuario y la caracterización son elementos que se destacan, ya que el filme gira en torno a un vestido y presenta a una tienda de alta costura. Otro destaque es la banda sonora, que está bastante presente y se hace sentir, al potenciar tanto escenas como interpretaciones.
La señora Harris va a París es una película que a través de una historia sencilla y por eso cercana, logra identificar al público con el ideal de su protagonista. Un relato que nos habla de los sueños, el infortunio, la desazón, el espíritu de comunidad, la perseverancia, el ímpetu, la amistad y, sobre todo, la autenticidad, el mantenerse fiel a quien uno es a pesar de las situaciones que toque enfrentar.