La próxima película biográfica de Christopher Nolan, Oppenheimer, puede ser una de las más ambiciosas del director, como deja entrever la explosión nuclear sin CGI. Nolan, célebre por éxitos de taquilla como La noche oscura, Inception y la alucinante Tenet, es conocido por su cinematografía creativa e innovadora. Oppenheimer, que seguirá al físico teórico J. Robert Oppenheimer al frente del equipo que acabaría desarrollando las primeras armas nucleares, es decir, la bomba atómica.
Christopher Nolan anunció que Oppenheimer recrea la primera explosión nuclear sin CGI. La explosión, conocida como la Prueba Trinity, fue la primera explosión nuclear de la historia y precedió de cerca al uso de dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. En la prueba real se tomaron las ahora famosas fotos de una inmensa nube en forma de hongo que se elevaba hacia el cielo. La recreación de esta explosión, en particular con el uso de efectos prácticos (no CGI), sin duda sumergirá al público en la película más de lo que podría hacerlo cualquier CGI.
Una de las grandes ventajas de los efectos prácticos es su capacidad para transmitir al espectador una cierta crudeza y veracidad; el público de Oppenheimer que tenga la sensación de estar presenciando una explosión nuclear en la pantalla entenderá por qué Nolan emprendió una escena tan difícil desde el punto de vista logístico. Oppenheimer, que Universal ha programado para el verano de 2023, puede presentar los efectos prácticos más intensos y exigentes de Nolan.
Nolan no suele aventurarse en el terreno biográfico o histórico en sus películas.
Aparte de Dunkerque, todas sus películas han sido puramente ficticias. Oppenheimer no sólo es biográfica e histórica, sino que también narra el comienzo de una historia que sigue siendo muy relevante hoy en día. La proliferación nuclear sigue siendo una amenaza preocupante y presente para el mundo, y es probable que al público le interese descubrir sus orígenes. Es probable que Oppenheimer genere menos división que Tenet, que sufrió debido a su argumento, a menudo confuso y artificiosa.
Oppenheimer, aunque cuenta una historia absorbente e intrigante, también tiene un principio, un nudo y un desenlace claros, y es poco probable que desconcierte al público de la misma manera que se criticó a Tenet. En última instancia, Oppenheimer representará una gran prueba para Nolan, y responderá a la pregunta post-pandémica de si las promesas de una gran historia, unos efectos especiales extraordinarios y un reparto de lujo pueden seguir igualando a una película taquillera.