LA PELÍCULA SE FILMÓ ÍNTEGRAMENTE EN HAWÁI, CON EQUIPOS Y TALENTOS LOCALES
Tanto para Waititi como para los distintos equipos creativos detrás del film, lograr autenticidad en la recreación de la cultura samoana fue prioridad. Si bien no filmaron en Samoa por cuestiones logísticas, grabaron en O´ahu, Hawái, una isla que forma parte del Triángulo Polinesio, la región del Pacífico definida por tres islas: Hawái, la Isla de Pascua y Nueva Zelanda. Allí, el equipo encontró locaciones paradisíacas y una geografía similar a la de Pago Pago, la capital de Samoa Americana. La cultura local tiene, además, una profunda conexión ancestral con la cultura samoana. “Fuimos muy cuidadosos y pusimos atención en todos los aspectos de la producción, incluidos el casting, el vestuario y el diseño de producción, para garantizar un retrato genuino del pueblo de Samoa Americana y su entorno”, señala el productor Garrett Basch. En materia de casting, formaron un grupo diverso de artistas polinesios que aportaron valiosamente a la autenticidad de la película. “Contar con ellos para respetar las características culturales específicas fue sumamente importante. Siempre podía confiar en que me darían una devolución honesta si algo no se sentía del todo bien o auténtico”, cuenta Waititi
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