Sinopsis
Van Gogh en la puerta de la eternidad se sitúa en los últimos años del afamado pintor Vincent Van Gogh, cuando éste se resguardaría en la pequeña pero bella ciudad provenzal de Arles, en el sur de Francia. Para muchos que creían que su carrera estaba en plena decadencia, la estadía del pintor, a lo largo de 80 días, causaría la creación de más de 70 pinturas, todas caracterizadas por una genialidad poco antes vista. Su estancia en Arles fue sugerencia de su amigo y compañero Paul Gauguin, quien externaba su preocupación del estilo de su amigo para pintar, haciéndolo a toda prisa, creando superficies y texturas demasiado toscas, parecidas al barro. Sin embargo, a pesar de su periodo de enorme creatividad, Van Gogh era un artista atormentado que libraba batallas constantes y brutales derivadas de sus propios problemas mentales, y escuchando sus demonios que, al final, tomarían el control de su vida. Con el tiempo, sin embargo, el genial artista terminaría vagando borracho por las calles de Francia.